martes, 18 de mayo de 2010

La Mansion de los Mininos











Regresamos a la Colonia Roma para hablarles de la desgracia de una casa antigua. La plaza Río de Janeiro, como muchos otros parques de la zona se ha convertido en reductos de la "buena" vida capitalina. Con esto me refiero a Cafés, Boutiques, Panaderías Chic, restaurantes de cocina internacional y viviendas recientemente remodeladas. En pocas palabras lugares en los que pocas personas pueden consumir o pernoctar. Esa fue la esencia de la colonia Roma durante el Porfiriato y las primeras decadas del siglo XX. Como la colonia Condesa o Polanco, la Roma es uno de esos barrios cuyo mision principal fue imitar el estilo de vida de las ciudades europeas mas renombradas, sin embargo, con el pasar de los años, en los que ocurrieron crisis económicas, una explosion demográfica sin paralelos, sismos y una aumento significativo de las clases populares urbanas, la colonia Roma fue poniendo los pies en la tierra y se fue adaptando a las necesidades de la mayoría. Desde mediados de los noventas la colonia ha buscado volver a ser el hogar de las clases acomodadas, bohemias e intelectuales de la capital. Muchos de los lugares mas tradicionales han sido remodelados, derrumbados o vendidos y poseen un nuevo brillo a veces artificial. Pero a la vez otras construcciones se deterioran poco a poco y se convierten en misteriosas estampas del pasado.

En la esquina noreste de la plaza Río de Janeiro existe una antigua mansion en la que el tiempo se detuvo, un pequeño punto que merece la atención de las autoridades capitalinas, delegacionales e incluso vecinales. Dentro de ella hay una enorme poblacion de pequeños felinos, los cuales sobreviven gracias a la ayuda desinteresada de sus vecinos humanos. Lo que se alcanza apreciar desde afuera son los restos casi irreconocibles de habitaciones lujosas ahora con maleza, basura y restos de madera y metal. En la fachada hay stencils que se mezclan con el concreto y barandales retorcidos fuera de lugar obviamente provocado por los sismos del siglo pasado.

Esta casa, mas que otras de la zona grita por una oportunidad. Habiendo tantos cafés, restaurantes, tiendas de diseñador y chacharas etnicas, centros de arte y cultura u oficinas, deberia de haber un lugar para el público mas terrenal. Tal vez una casa popular de la cultura seria la opcion mas coherente, un lugar accesible para la gente comun que no tiene nada que ver con el snobismo local. ¿Porque no una casa de los animales, que promueva el trato digno a la flora y fauna urbana tan castigados por la ignorancia capitalina (de hecho los inquilinos actuales son mininos, por ello seria un homenaje)? En la red no pude encontar mucha información del lugar en cuestion. En el parque una vecina me comento que en el pasado este fue un centro cultural de la India, sin embargo solo son rumores. Por el bien de la historia local, de sus inquilinos y del pasado de la casa esta tiene que perdurar en mejores condiciones de las que posee actualmente.

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